7 mar 2011

Actualidad..

El Himmelmeister había aterrizado en un prado a pocos kilómetros de un pequeño poblado.  Estabamos esperando la llegada de nuevos clientes y para ello el zépelin deberia estar en tierra durante varias horas, así que Cala, una daimah de estatura bajita (qué si tenemos en cuenta que la media de los daimah ya es baja, que para ellos sea bajita, pues imaginaos..) de cabellera morena y larga enredada en una trenza que casi tocaba el suelo, de tez blanca y con rostro risueño, no tardó en secuestrarme para ir de compras al pueblo.