- Pero no lo entiendo.. ¿Porqué crees en el azar? - preguntó su compañera, extrañada.
- ¿Creer? Eso no es así. No creo en el azar, porque realmente no creo en nada. Mi vida se guía por el, al igual que tu vida se guiará por algo.
- La guía de mi vida son mis ideales.
- La guía de mi vida son los ideales del azar - respondió Kora con rapidez.
- Verás, el azar hace lo que quiere con mi vida, a la vez que yo hago lo que quiero con el azar. Te pondré un ejemplo - decía mientras sacaba una baraja de cartas - ¿Qué carta te gustaría que saliera?- Esto es una tontería..
- Vamos, prueba. ¿Qué carta te gustaría que saliera? - insistía la tahúr con un rostro completamente sonriente.
- Está bien.. mm... El siete de rombos.
- Bien - mientras Kora barajaba las cartas - Te gustaría que la carta que vas a coger “al azar” -remarcaba - fuera el siete de rombos. Pero supondré que como ves el azar cómo algo sin sentido, estás totalmente convencida de que no va a salir..
- Y si sale, será pura casualidad.
- ”Casualidad”.. je.. me encanta esa palabra.. “Casualidad” ¿eh? Está bien, veamos qué pasa. Coje una carta.
Kora abrió las cartas en modo abanico y la muchacha escogió una carta.
- ¿Ves? El cinco de picas. ¿En esto consiste TU azar?
- No, mi querida amiga.. El azar te ha dado la carta que tu no querías. Cuando eso pasa lo que debes hacer.. - decía mientras se guardaba la baraja de cartas y se remangaba - ..es coger esa carta que no quieres - continuaba, haciendo que el cinco de picas quedara entre ambas manos de aquella mujer - y reírte del azar haciendo lo que quieras con lo que te ha dado.
- Ya.. ¿Y puedes hacer que una carta que no esperabas, o que no querías, te sirva o se convierta en la que deseas?
- Si realmente lo anhelas.. - levantó la mano derecha de su compañera, revelando la carta que, ahora, era un siete de rombos - siempre puedes hacer lo que quieras con lo que el azar te dé. Cómo bien dije, el azar es la guía de mi vida, pero no siempre me conformo con lo que el me presenta, e intento cambiarlo para que se convierta en lo que yo quería. Cómo tu siete de rombos que - posó la mano sobre la carta, de nuevo - ahora es un As de Picas - dijo cogiéndola de entre sus manos - que es mi carta favorita - terminó, mostrándole la carta que tenía cautiva, la cual ahora, como bien había dicho.. era un As de Picas.
