Cuando Noretti terminó, Oldus no pronunció palabra alguna.
- Probablemente te haya sonado a cuento de hadas, al fin y al cabo los humanos no teneis ni idea de lo que pasa más allá de vuestras narices.
Noretti no se equivocaba, aquella historia le recordó a Oldus muchos de los libros de fantasía que leía de pequeño. Pero aquello tenía que ser cierto. Noretti no era de mentir y mucho menos de inventarse historias.
Oldus se sentía un ignorante, pensaba en los problemas que pueden tener los humanos y, se sentía ridículo. Los Devah eran muy superiores a los humanos, pero al parecer iba en equivalencia a los problemas.
- Bueno, mejor que durmamos un poco. Se ha echo tarde y mientras mi hermana ande por la aldea, prefiero no separarme de Lain. Buenas Noches.